De Mª Belén Moreno Alcaide
A sus casi 90 años, sigue siendo muy guapa, pese a todo lo que ha y está pasando, porque la suya es la belleza del amor, del amor que tiene al mundo en general, del amor y la confianza en el ser humano, del amor que tiene por sus niñas, por su familia, por los que estamos y por los que nos dejaron, porque siempre los tiene presentes... Cómo nos olvidamos, cuando nos hacemos adultos, de decir a las personas queridas que las quieres, con la de veces que te lo decía cuando niña, y lo que me cuesta decirlo ahora... Y no es que lo sienta menos, al revés, porque ahora es el amor mezclado con la admiración. Porque cuando niños, sólo sabemos que queremos a los que nos quieren, pero no sabemos todo lo que han pasado, todo lo que han sufrido, y, pese a todo eso, siempre, abuela, has tenido una sonrisa en la cara, un beso en tus labios, un abrazo en tu cuerpo, un "lo que le haya de pasar a ellos, que me pase a mí".
Casi 90 años de alegrías, de penas, de risas y de lloros (estos siempre en soledad, siempre en soledad, aunque tu Antoñito está siempre contigo, eh). Él es el que te da fuerzas para continuar adelante porque sabe que tú eres el pilar de esta familia, la gran matriarca, la gallina con sus polluelos. Y, aunque estos polluelos ya se hayan hecho grandes y algunos tengan a su vez otros polluelos,¡¡¡¡ te seguimos necesitando!!!!
Abuela, abuelita, ya sé que no te lo digo casi nunca, pero tú sabes lo mucho que te quiero, que te necesito, aunque sea en la distancia. Todos los días me acuerdo de ti, a todas horas. Porque yo soy quien soy gracias a mis padres, a tus hijas, y ellas son las grandes mujeres que son hoy en día gracias a ti.
Por eso, abuela, aunque no te llame todos los días, aunque cuando hablemos no te lo diga, ten siempre presente que te quiero, que te quiero mucho, y que te necesito en mi vida. Y no sólo porque seas mi abuela, sino por todo el amor que me has dado, todo el cariño, porque tú lo das todo.
¡¡¡¡TE QUIERO ABUELA!!!!
Ayer recibí este mensaje-carta, de mi sobrina. Con permiso suyo, he querido compartirlo con todos vosotros, no solo como homenaje a mi madre, si no para que sea para todas las abuelas que siempre están en el día a día de nuestras vidas, haciendo más allá de lo que sus fuerzas le permiten.
Cuando mi padre murió, yo contaba 16 años, la más pequeña de las tres hermanas. Mi madre solo contaba 52, él solo 57. Con solo mi hermana mayor recién casada, se quedó con nosotras dos y un negocio que sacar adelante...y lo hizo, ¡vaya si lo hizo! hasta que sus ojos se fueron secando de llorar tanto a solas, pero sin rendirse NUNCA...
De mis Notas, fecha:17 de Junio 2011
A sus casi 90 años, sigue siendo muy guapa, pese a todo lo que ha y está pasando, porque la suya es la belleza del amor, del amor que tiene al mundo en general, del amor y la confianza en el ser humano, del amor que tiene por sus niñas, por su familia, por los que estamos y por los que nos dejaron, porque siempre los tiene presentes... Cómo nos olvidamos, cuando nos hacemos adultos, de decir a las personas queridas que las quieres, con la de veces que te lo decía cuando niña, y lo que me cuesta decirlo ahora... Y no es que lo sienta menos, al revés, porque ahora es el amor mezclado con la admiración. Porque cuando niños, sólo sabemos que queremos a los que nos quieren, pero no sabemos todo lo que han pasado, todo lo que han sufrido, y, pese a todo eso, siempre, abuela, has tenido una sonrisa en la cara, un beso en tus labios, un abrazo en tu cuerpo, un "lo que le haya de pasar a ellos, que me pase a mí".
Casi 90 años de alegrías, de penas, de risas y de lloros (estos siempre en soledad, siempre en soledad, aunque tu Antoñito está siempre contigo, eh). Él es el que te da fuerzas para continuar adelante porque sabe que tú eres el pilar de esta familia, la gran matriarca, la gallina con sus polluelos. Y, aunque estos polluelos ya se hayan hecho grandes y algunos tengan a su vez otros polluelos,¡¡¡¡ te seguimos necesitando!!!!
Abuela, abuelita, ya sé que no te lo digo casi nunca, pero tú sabes lo mucho que te quiero, que te necesito, aunque sea en la distancia. Todos los días me acuerdo de ti, a todas horas. Porque yo soy quien soy gracias a mis padres, a tus hijas, y ellas son las grandes mujeres que son hoy en día gracias a ti.
Por eso, abuela, aunque no te llame todos los días, aunque cuando hablemos no te lo diga, ten siempre presente que te quiero, que te quiero mucho, y que te necesito en mi vida. Y no sólo porque seas mi abuela, sino por todo el amor que me has dado, todo el cariño, porque tú lo das todo.
¡¡¡¡TE QUIERO ABUELA!!!!
Ayer recibí este mensaje-carta, de mi sobrina. Con permiso suyo, he querido compartirlo con todos vosotros, no solo como homenaje a mi madre, si no para que sea para todas las abuelas que siempre están en el día a día de nuestras vidas, haciendo más allá de lo que sus fuerzas le permiten.
Cuando mi padre murió, yo contaba 16 años, la más pequeña de las tres hermanas. Mi madre solo contaba 52, él solo 57. Con solo mi hermana mayor recién casada, se quedó con nosotras dos y un negocio que sacar adelante...y lo hizo, ¡vaya si lo hizo! hasta que sus ojos se fueron secando de llorar tanto a solas, pero sin rendirse NUNCA...
De mis Notas, fecha:17 de Junio 2011